Hotel Rural Casa Grande Almagro

En esta visita a Almagro para asistir a una obra de teatro en su espectacular Corral de Comedias decidimos alojarnos en el hotel rural Casa Grande. Y resultó que fue una decisión muy acertada. Ubicado a menos de cinco minutos a pie de la Plaza Mayor de Almagro, hace honor a su nombre, ya que está en una antigua y gran casa típica manchega perfectamente decorada y acondicionada para recibir huéspedes cómodamente. Cuenta con dos patios anexos pero independientes, uno de ellos con piscina; el otro, hace las veces de comedor donde se disfruta de unos magníficos desayunos tipo bufet. También tiene distintas zonas comunes en las que disfrutar de un ratito de relax fuera de las habitaciones o tomarte una copa si te apetece, tienen un servicio de cafetería que funciona hasta las 21:30 h. En resumen: un hotel muy agradable y cómodo donde disfrutar del tiempo de ocio y siempre atendido por personal muy atento y amable. Te lo recomiendo sin dudarlo.

La casa es estupenda y se ve que la rehabilitación está hecha con mucho mimo, con materiales que no desentonan. La habitación es muy acogedora. El desayuno fantástico. Una experiencia muy satisfactoria. Almagro está precioso, muy cuidado

Hotel muy bien situado en el entorno de la Plaza Mayor, muy próximo. El edificio típica construcción manchega, con patio típico Interior, sus habitaciones son excelentes, cuenta con instalación de piscina, muy cómoda, confortable, el desayuno buffet, bastante variado, no tiene servicio de almuerzo o cena.Dependencias para poder sentarse y estar realmente cómodo.

Es un hotel encantador. Muy bien decorado y acogedor. Su ubicación es perfecta, al lado de la plaza mayor. Tiene piscina que se cierra en invierno y se abre para el verano. Un patio donde se se sirve el desayuno, que por cierto está muy bien. Y ciertos rincones de la casa que merece descubrir, como saloncitos y artículos de decoración muy chulos. El personal también fué muy atento y tuvieron un detalle que agradecimos mucho el último día. Muchas gracias por todo. Desde luego es un hotelito muy recomendable para visitar Almagro.

Un hotel precioso, muy cuidado, con encanto, combinan muy bien la funcionalidad y actualidad con las cosas antiguas muy bien cuidadas. El desayuno muy bueno, variado, incluido en el precio. Su personal súper amables, dispuestos a agradar siempre. Pablo nos recomendó el museo etnográfico y fue un espectáculo. Si van a Almagro, es algo que no deben dejar de ver. Y además para completar, su ubicación, al lado de la plaza mayor…. No podemos pedir más.

Qué bien rehabilitada y transformada en hotel está la casa. El servicio muy atento, el desayuno bufet buenísimo, tiene piscina cubierta, y merece la pena disfrutar de este alojamiento en Almagro. Arquitectura acorde a la población.