Hotel Spa Tudanca Aranda

Petit déjeuner très bien. Personnels compétents et accueillants.

Un hotel muy interesante, tiene spa y las vistas de las habitaciones al campo es muy bonita, además tiene bodega de vinos excelente para hacer cata de vinos sin tener que moverse mucho. Volveré

Trato excepcional y un equipo liderado por Jesús, que con su saber hacer y su profesionalidad, hizo de de nuestra estancia en el Hotel 4* Tudanca una experiencia inolvidable y con muchos detalles que ponen en valor la tradicción familiar. Agradecidos igualmente a Mayorico por su trato cercano.

Mukava hotelli.

The hotel did not stand up to the pictures. The rooms were old and despite saying the room was non-smoking, there was an ashtray on the small table in the room and a plug in air freshener (which I unplugged). No food or alcohol was sold in the hotel, you had to go next door. There was very little within walking distance, it was almost like an upscale truck stop next to a vineyard. The only local amenities were a cafe and gift shop/convenience store and a mildly expensive (for Spain) restaurant next door.

Lo primero que queremos destacar es que recomendamos este hotel mil por mil. Es un lugar con encanto, de estilo rústico pero con un toque actual, con un equipo humano maravilloso y un spa que, sin duda, merece la pena visitar. Respecto a la habitación, hay dos aspectos que creemos que podrían mejorarse: Por un lado, echamos en falta cojines. Resulta incómodo si te apetece descansar un rato, ver la televisión o simplemente estar tumbado de forma más relajada. Además, las almohadas nos resultaron bastante bajas (aunque esto es algo muy personal). Si hubiera cojines, creemos que la experiencia sería mucho más confortable. Llamamos a recepción para consultar si podían facilitarnos alguno, y aunque nos informaron amablemente de que no disponían de cojines, nos ofrecieron dos almohadas extra, lo cual agradecemos muchísimo. Por otro lado, las camas estaban vestidas con una sábana y una colcha fina, lo que puede ser suficiente para muchos, pero en mi caso, que soy un poco friolera, decidí utilizar el nórdico que estaba guardado en el armario, perfectamente embolsado. Sin embargo, no se proporcionaba una funda o sábana para cubrirlo, algo que nos pareció poco higiénico. Adicionalmente, recomendamos las habitaciones con balcón con vistas a los viñedos. Más allá de estos dos detalles, salimos encantados. Nos fuimos con ganas de volver y, por supuesto, de recomendarlo a nuestros familiares y amigos.