Cirqa - Relais & Châteaux

This boutique hotel is a destination hotel. You can come to Arequipa just for spending here a couple of nights. A well refurbished building of 1540! with attention to the details. Staff friendly and good food. I think the best stay in Arequipa. Highly recommended.

Ya he visitado Cirqa antes y no es la primera vez que tengo inconvenientes con la reserva. En esa ocasión, sentí que me estaban haciendo un favor por dejarme entrar; la energía era incómoda, como si los comensales externos al hotel no fueran realmente bienvenidos. Esta vez intenté reservar para cenar con un grupo de amigas, una de ellas con claustrofobia. Pedí no ser ubicadas en la catacumba por razones médicas y la respuesta fue: “si está ocupado, será ahí”. No hubo empatía ni intención de ofrecer una alternativa, ni siquiera por un servicio corto de 1h30. También pregunté por el desayuno y, aunque tienen carta impresa, no aceptan pedidos a la carta. Solo se ofrece un desayuno completo de S/120 por persona, sin opción a elegir platos sueltos. Cirqa se vende como exclusivo, pero la experiencia es rígida, fría y poco acogedora. Si el restaurante está pensado solo para huéspedes, sería más honesto aclararlo y manejarlo como espacio de uso exclusivo. Y sí, el lugar es precioso, muy “instagrameable”, pero la comida no es nada del otro mundo. En Arequipa hay otras opciones igual de elegantes, con mejor trato y comida más memorable.

We stayed two nights in a Bóveda Room in May 2025. The hotel is in a beautifully repurposed old monastery and is ideally located—very central, with everything within walking distance. The decor is full of character and flair, though at times it felt a bit too modern for the historic setting, in my opinion. At night, the property is stunning, with real candles and firepits adding a magical touch. As all the rooms face interior courtyards, natural light is limited, ranging from modest to minimal. The windows also look out onto shared spaces, so for privacy, you’ll likely need to keep the curtains or shades drawn. This wasn’t an issue for us, but it’s something to be aware of. Service was excellent—attentive but never intrusive. My only small suggestion would be to shift turndown service to the dinner hour rather than the 4–6 p.m. window. The on-site restaurant was fantastic—probably the best dinner we had in town. We also stayed at their sister property in the Colca Valley (Puqio), and the staff made the transfer between the two hotels seamless.