La Manigua Hostal

Habitaciones muy limpias, comida deliciosa, muy buena atención. Espacios super lindos para desconectarse y conectar con la naturaleza. Espacios con agua dulce, cerca de la playa y el muelle, privacidad, mucha zona verde. Tratar de cuidar el agua, no es potable así que procura tener tu agua o en el restaurante te regalan agua tratada para que tomes si no te cae mal

La Manigua es un hostal muy acogedor y tranquilo. Las habitaciones son cómodas y realizan limpieza a diario. El restaurante incluye platos típicos del Pacífico así como proteínas diferentes a pescados y mariscos. El sazón es excelente y sirven buenas porciones. Además de la cocina, otro punto a favor es la excelente vista del mar e islas aledañas desde las habitaciones de los pisos 2 y 3. Su ubicación hace que se goce de un sector de playa casi que exclusivo, el cual se puede aprovechar en las tardes cuando la marea baja. A diferencia de vacacionar en la costa Caribe, acá no tuvimos vendedores ambulantes acediándo. El personal en general es muy amable y diligente con lo que se necesite, por ejemplo, como cuando la marea es alta (mañana hasta casi las 3pm) y hay que cruzar en lancha el arroyo que separa el hostal de Juanchaco. Cuando la marea es baja, el arroyo se cruza a pie. Cosas por mejorar: 1) nuestro televisor no tenía señal; 2) ofrecer o brindar información sobre planes o actividades de recreación que no necesariamente sean las que intermedie el hostal. ¡Sin duda volveremos, Gracias!

Buenos días. El hotel es muy bello, a la entrada tiene 4 pavos reales que están cerca todo el tiempo, tiene también unas sillas para ver el mar muy bonitas, el restaurante es bonito también, con mesas de madera muy bien hechas, la comida es riquísima, y suficiente en cantidad. Las habitaciones son lindas, muy lindas y aseadas, también tienen una vista al mar bellísima. El personal de servicio es muy amable y atento, yo en particular tuve una muy buena experiencia con Breiner, quien desde un inicio fue muy atento y se mostro dispuesto a ayudarme, a hacer de mi estadía una experiencia lo mas agradable y grata posible, sentí que de alguna manera tenia un amigo. Lastima que la belleza del hotel y de las personas de servicio se vio empañada por la tozudez, y falta de consideración y claridad de los administrativos. En mi caso particular tuve inconvenientes con la posibilidad de pagar en efectivo versus consignación. En un inicio la información que recibí fue que podía hacer consignación del excedente incluso en buenaventura. Pero luego un administrativo se empeño en que no era así, y esto lo supe cuando ya iba de camino, en el bus hacia buenaventura, esto ocasiono que tuviera que llegar a buenaventura, una ciudad que no conozco, a correr, a buscar a toda costa (incluso poniendo mi integridad personal en riesgo) un lugar para sacar el efectivo, esto lo hice bajo mucho estrés ya que este administrativo dejo muy en claro que ya definitivamente NO ERA POSIBLE RECIBIR EL EXCEDENTE POR CONSIGNACION. Esto sucedió así y luego cuando ya estuve en el hotel, cuando fui a pagar el excedente se me dijo que de preferencia pagara en efectivo. Así que la imposibilidad de la que me hablaba el administrativo no fue real, así que el mal rato y el estrés por el que pase fueron por algo que ni siquiera era cierto. Por otro lado cuando llegue se me estaba cobrando un excedente que no correspondía con lo que era, es decir un dinero demás, gracias a la tozudez de este administrativo tuve que pasar mas o menos dos horas de espera mientras el señor terminaba de almorzar, y mientras hacían las revisiones correspondientes. Inicialmente había considerado la posibilidad de ese mismo día ir por la tarde a la playa o a algún plan pero con el tiempo que se me quito debido a este problema ya no era viable considerar salir ese día.