AR Diamante Beach & Spa Hotel 4 Sup

Hotel recomendado para familias pero no para parejas que buscan relax. Piscina saturada de niños y el comedor con turnos que siempre está lleno. Un cuatro estrellas pero antiguo.

Hemos estado en el hotel diamante beach la tercera semana de julio en familia, hemos estado muy contentos con el hotel en general. Habitaciones amplias y limpias. El buffet libre excelente tanto el desayuno como la comida. El trato del personal excelente.

El hotel está muy bien ubicado, a 5 minutos del paseo marítimo; está renovado, se nota nada más entrar. La infinity pool es una maravilla. Pero lo mejor de todo el trato del personal: sobre todo Kimbal y Alice en recepción y Chelo en el restaurante (desayuno). En resumen, nos hemos llevado una grata impresión y volveremos sin duda.

El hotel se presenta con una categoría de 4 estrellas superior. Pero me parecen demasiadas estrellas para este hotel en concreto. Los únicos que se merecen 5 estrellas son el personal que trabaja allí. Atentos, educados y serviciales, son los que hacen que la estancia sea más agradable. La ubicación es decente. Está a 40 minutos andando del centro de la ciudad, pero está a 5 minutos de la Playa de la Fossa y de todos los locales playeros que ofrece. Se ve que el hotel ha sido reformado recientemente. De hecho a día de hoy siguen de obras y algunos de los servicios que ofertan en su página web todavía no están disponibles como una de sus piscinas. Se nota que la reforma es un lavado de cara y no un cambio de materiales. Las cortinas de la habitación se nos cayeron al ir a correrlas. Avisamos en recepción y en menos de 3 minutos vino un trabajador para atornillarlas en su sitio. Las habitaciones son bastante grandes y completas. Nosotros nos alojamos en una habitación doble (que es la más básica) y estaba bastante bien. La única pega es que te ofrecen amenities, que son vasos de papel que no reponen si los usas, jabón de manos y gel de ducha. Nada más. Y en 13 noches que estuvimos alojados, solo nos cambiaron las sábanas una vez… Respecto a las instalaciones, el hall de la entrada es enorme y muy vistoso. El comedor también es muy grande y tiene bastante variedad de comida. Importante destacar que las bebidas no están incluidas en el buffet. Ni siquiera el agua, a no ser que tengas una pegatina en la tarjeta de la habitación, que no te explican cómo conseguir. Si van incluidas pagando más por la habitación o puedes conseguirla pagando aparte. Lo peor de este hotel son los ascensores. Demasiado modernos para el volumen de gente que los usa. Para llamar al ascensor hay dos pantallas táctiles con los números de las plantas del hotel. Le das a la planta a la que quieres ir y esperas y esperas y esperas, hasta que viene un ascensor lleno de gente y tienes que volver a llamarlo, y a seguir esperando. En las horas punta de las comidas puedes esperar perfectamente más de 20 minutos.

Falta calidad en la comida (el tomate del desayuno, el gazpacho y el salmorejo totalmente aguados) repiten la misma carne día tras día (pavo que ya el tercer día se notaba ácido) los tostadores de pan tardan la vida y la calidad de los arroces muy mejorable. La limpieza una vez hospedado podría mejorar (no aspiran /barren bien) y las toallas limitadisimas también. La ubicación es buenísima y es un buen hotel pero el tema de comida y limpieza ha de mejorar

Sin bidé, mala limpieza, problemas con ascensor, goteras en la habitación, comida repetitiva y sin variedad, poca calidad, no está preparada a la hora. Mucho frío en el salón restaurante.