مستخدم نزيل
15 مايو 2025
Pasamos dos días en el desierto de Merzouga y fue una experiencia que transformó nuestra manera de ver el mundo. Un solo día permite admirar las dunas al amanecer y al atardecer, pero es al pasar dos noches cuando realmente te sumerges en el alma del desierto. Fue entonces cuando descubrimos las dos caras del Sáhara: la majestuosa y silenciosa belleza del paisaje, y la profunda humanidad de los pueblos nómadas, su forma de vida y su hospitalidad sincera. El alojamiento en Imperial Glory Lodges fue excelente. Las instalaciones estaban muy cuidadas, limpias y bien organizadas. Todo el equipo fue atento y amable desde el primer momento. Queremos destacar especialmente a Ibrahim. Su trato fue cercano y generoso. Siempre estuvo pendiente de que todo saliera bien, con una presencia discreta pero constante. Al saber lo que queríamos, tuvo la sensibilidad y la generosidad de ofrecérnoslo, sin que nada de ello estuviera previsto ni incluido. Detalles y experiencias inesperadas que hicieron que nuestro viaje fuera aún más especial y memorable. El desierto, con su silencio, su inmensidad y su gente, deja una huella que nunca se borra.
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