Izalde

Comida en familia. Tomamos el menú degustación y la comida estaba espectacular. Desde que llegamos el trato fue excelente. Nos asesoraron muy bien de todas las opciones que teníamos siendo muy claros con los precios que en pocos sitios pasa. El camarero que nos sirvió excelente en su trabajo, totalmente coordinado y sacando todo a su tiempo y eso que tenía bastante trabajo. Muy buen producto, muy bien tratado y no se le puede poner ni un pero. El sitio es super acogedor. De 10. Relación calidad precio muy buena.

Ci sono stato a luglio per motivi di lavoro. La struttura esteticamente è molto bella, immersa nel verde delle montagne basche. Campi e pascoli a perdita d'occhio. Le cose positive finiscono qui. Cominciamo dal letto. Completamente sfondato, per niente confortevole e causa di mal di schiena. In stanza neanche un frigorifero per riporre l'acqua o altri generi alimentari, considerato che il ristorante è aperto solo durante il giorno potrebbe tornare utile disporre di un frigo per fare scorta e magari anche di un microonde per scaldare le pietanze. La camera era priva di aria condizionata che nel periodo che sono andato io non c'era bisogno perchè non faceva caldo ma era estremamente umido e una deumidificata poteva essere necessaria. La pulizia delle camere era molto buona e anche il cambio di asciugamani e lenzuala avveniva regolarmente. La cosa estremamente fastidiosa della camera ma anche nella zona colazione era la presenza di decine di mosche, le finestre non hanno le zanzriere e appena si apre ne entrano a decine. La colazione è stata buona con selezione di pietanze sia dolci che salate. Come detto manca il servizio ristorazione serale e in zona purtroppo non c'è molta scelta e quindi si è costretti ad andare fino a Bilbao.

Estuvimos allí aprovechando un regalo que nos hicieron por nuestra boda, el smartbox de tres días con encanto. Nuestra primera sorpresa nada más llegar fue ver que los cepillos de dientes de los amenitis estaban usados y con agua por todas partes. Fuimos a informar al responsable y también nos sorprendió que no había recepcionista alguno. Solamente había un señor atendiendo a una pareja que quería celebrar la boda allí. Eran las 16:30 de la tarde y nos dijo que habíamos tenido suerte porque si hubiéramos llegado más tarde de las 18, ya no habría nadie del personal allí y que nos hubiéramos tenido que conformar con esos cepillos de dientes usados... Luego le preguntamos que como no había nadie desde las 18, hasta las 9 de la mañana y sólo nos dijo, bastante seco también, que en ese horario estábamos los clientes sólos. Y claro, había algunos clientes que aprovechaban para hacer fiestas por la tarde-noche... Aprovechando la anarquía que reina en este solitario lugar, pues ni siquiera está en un pueblo, sino que está en medio del campo. También algo muy importante a tener en cuenta es que no hay aire acondicionado en las instalaciones, ni en las habitaciones, pues si vais en verano abstenernos porque el calor también pega fuerte por allí.

El entorno del hotel es bonito y el personal, amable. Las habitaciones son correctas y las camas, muy cómodas. Tal vez en otra época del año lo hubiésemos disfrutado más, pero en esta ocasión hacía un calor insoportable y nuestra habitación no tenía ni aire acondicionado ni ventilador, ni siquiera salía agua fría del grifo del lavabo; de hecho, tuvimos que lavarnos las manos y los dientes en la ducha. El desayuno es muy muy flojo, y no hay ninguna medida sanitaria (creíamos que los buffets de toda la vida habían desaparecido después del Covid, pero parece ser que no). La verdad es que escogimos este alojamiento por las reseñas positivas y estamos sorprendidos con el resultado. Puede que sólo hayamos tenido mala suerte, pero preferimos que los potenciales clientes tengan en cuenta el tema del calor, sobre todo si viajan con bebés o personas mayores o enfermas.