Hostal Rural Los Telares

Todo perfecto pero... El desayuno muy bien, cosas caseras y otras no, el embutido es de tercea y el zumo de bote, que son detalles feos para ese tipo de desayunos. La habitacion bien, pero imposible dormir con esa almohada y no hay ninguna en el armario, descanso 0. La atencion perfecta, de 10....

Super recomendable!! Nosotros elegimos la opción "Escapada romántica" y acertamos de pleno. El hostal es precioso, cuidado al detalle, está limpísimo (tanto las habitaciones como las zonas comunes), el desayuno es espectacular (que magdalenas más ricas!!), el trato del personal de 10. El restaurante al que fuimos a cenar es de los mismos dueños y fue un acierto. La comida buenísima (super recomendables las carrilleras), las raciones bastante grandes y el trato del personal también de 10. El spa es una maravilla. Tanto en la ubicación, como en el trato de todo el personal, los tratamientos... Sin ninguna duda, volveremos a Pastrana y repetiremos en todo

Fuimos a pasar el fin de semana con una promoción con spa y salimos encantados, el hostal está muy bien situado muy cerca de todo,, fuimos dos parejas y nos pusieron en dos habitaciones juntas, ya en la recepción se veía que estaba todo muy bien y bonito las habitaciones aunque pequeñas están bien, por poner una pega la calefacción al ser de hilo radiante da muchísimo calor y la apagamos por la tarde y aún así tuvimos que dormir sin arroparnos y casi sin ropa, pero eso es lo de menos, el desayuno muy abundante y estan muy atentos de que no te falte de nada, estaba todo muy rico, incluso estaba lloviendo y nos dejaron unos paraguas. Luego en Pastrana una maravilla, como se come de bien en este pueblo, no quisimos comer de menu en ningun rertaurante porque teniamos el spa a las 4 y comimos de raciones por varios de los bares y restaurantes y estaba todo buenisimo en todos los que visitamos. El spa son dos horas que se pasan volando, pero muy bien sales suave como un guante y relajadisimo y el personal muy simpaticas y atentas en todo momento, es un poco pequeño pero muy bonito, está situado en un antiguo molino que se puede ver a través de un ventanal es la sala de relajación que es la última en la que te dan una honza onza de chocolate y un tee. Totalmente recomendable seguro que repetiremos wn un futuro.