Posada Yolihuani

L'accueil à la Posada est extra, très attentionné, avec d'excellents conseils de visite -et même de l'aide pour organiser des excursions : nous avons particulièrement aimé l'excursion à cheval au volcan Paricutin, c'était génial. La Posada Yolihuani est parfaitement située, à 5 minutes du centre. Ses espaces lumineux sont remplis de plantes magnifiques et de pièces d'art et d'artisanat charmantes... Ils invitent à la détente. Vraiment un hébergement recommandé pour une visite de Patzcuaro et sa belle région !

Todo increíble desde la atención hasta el desayuno.. Posada Yolihuani es perfecta si buscas descanso y cercanía a la plaza principal de Pátzcuaro, sin dejar de lado la atención y el trato amable de los anfitriones. Sin duda 10/10, gracias.

Lugar muy acogedor, tranquilo, ideal para descansar y disfrutar de Pátzcuaro, excelentes instalaciones, muy limpio ☺️ El desayuno completo y rico, las porciones son suficientes para quedar satisfecho, el personal es muy amable y atento

Un lugar muy agradable, personal atento y dispuesto a vivir una buena experiencia, el jardín esta lleno des especies y el árbol me gusto. Balam es eficiente y pues si regresaría con mas tiempo para otra ocasión gracias.....................

La posada esta ubicada a 2 cuadras del centro, tiene excelente ubicación, el lugar es tranquilo y las habitaciones limpias, cama muy cómoda, regadera con excelente presión de agua. El desayuno que nos incluyeron delicioso y completo. Definitivamente volveré a regresar. No tiene estacionamiento.

In all our years of traveling, Posada Yolihuani was among the most charming hotels at which we've stayed. Its location, close to the main square, is extremely close to what tourists (especially those staying a short while) will want to see in Patzcuaro. The hotel itself is organized around a gorgeous courtyard garden with a small pond that is obviously maintained very diligently by someone who cares. The man with whom we interacted (the manager or owner, we assumed) was very welcoming, helpful, and hospitable. Our room was in very good condition and decorated appealingly--it was cozy in the best sense (and it stayed naturally cool, thanks to thick old stone construction), and its doors opened to the garden. The breakfast the next morning was simple but tasty and satisfying. We would very gladly stay there another time.