Paradisus by Melia Gran Canaria

Hemos estado una semana en el hotel y empezaré por lo bueno. El hotel tiene un personal excelente y encantador; sobre todo el equipo de animación: Kay, Estefan y Nerea son espectaculares tanto con los adultos como con los niños. Mi hijo salió encantado con ellos: un 10. El personal de restaurantes, aunque muy escaso, es genial; Miguel, Cristina, Marta… te tratan como si estuvieras en casa y eso se agradece. También destaco la actividad de pintura sobre cristal para hacer un colgante: es muy buena y te llevas un recuerdo precioso. Espero que siga esta actividad mucho tiempo porque merece la pena. El hotel tiene varios restaurantes y bares con buena oferta de bebidas. El ambiente es relajado y la zona de piscina, con la playa a pie de hotel, es un lujo. Pero también tiene muchas cosas malas. Pensad que estamos poniendo críticas a un hotel de 5 estrellas; si tuviera otra categoría, quizá no sería así. Lo primero es la calidad de las comidas: la variedad es buena y la calidad, aceptable, pero no se puede permitir servir en el bufé del desayuno zumos de tetrabrik en lugar de naturales. Hacían uno de frutos rojos y otro “detox” y todos los demás eran de tetrabrik; para mí, algo imperdonable. En el italiano, la calidad de los embutidos para las pizzas también deja mucho que desear; y esas cosas hay que cuidarlas en un hotel que parece querer ser exclusivo, pero al que aún le falta. Al entrar septiembre se notó que muchos trabajadores ya no estaban, lo que supuso caos en los restaurantes y esperas brutales para comer y recibir la comida: 45 minutos esperando el segundo plato, que no llegaba y que llegó crudo y mal hecho. Nos fuimos sin comer. Y no es culpa de los trabajadores, que no paraban; es por falta de personal, y eso, pagando esas cantidades, no se puede permitir. Esta opinión fue compartida por varias personas que estaban allí, repetidores de años en este hotel, y veían que la calidad ha ido bajando cada año. En conclusión, es un buen hotel y agradable, pero necesita cuidar estas cosas porque, si no las remedian pronto, no estará a la altura de lo que venden.

Hotel a pie de playa para toda la familia. Experiencia muy buena, para adultos y niños. Miniclub espectacular con todo el personal, moha, Irene, patricia son un sol. Nuestras hijas encantadas. La comida muy bien y la atención un espectáculo. Todos encantados con el servicio, la calidad y el personal. Repetiremos seguro!!!!

¡Uf! No sabría por donde empezar. El buffet es el peor que vi en muchos años y llevo ya 20 años viajando por España fuera de ella. Fruta ( congelada,podre,madura o como una piedra), el pan era chicle puro.Las mermeladas en bote donde metías la cuchara y no tenías luego donde llevarla a la mesa. El agua del grifo y del tiempo. La comida horrorosa. En el italiano (no estuvimos en el peseta)y el Kanna comida escasa y supersalada. Salías de los dos sitios con hambre. La limpieza en las habitaciones, fui gobernanta y se de lo que hablo,en la zona del wc,daba repelús pisar porque las juntas estaban negras.Una suite júnior con vistas a la playa ( vistas que pagas) vergonzoso llamarla asi.Mi hijo tuvo que dormir en un sofá cama 5 días (cuando en hoteles de 5 estrellas y por lo que pagas,en otros sitios te ponen un somier y un colchón bien cómodo (no te abren el sofá). Y una mención especial a Judhit que fue pesada,molesta y cansina hasta la saciedad para venderte la tarjeta club Melia. Ruido por todos los lados. Si lo que queréis es comer( lo que sea) y beber (porque eso sí, bebida habia hasta la saciedad) y coger un cáncer de piel ( habia gente que era un cangrejo andante) ese es vuestro hotel. Si quereis unas vacaciones con calidad,este hotel no cumple ningún requisito para ello, hay hoteles muchisimo mejores en España y fuera de ella que valen muchisimo mas la pena. Muestro fotos de todo lo que digo.