Casa Garea

A unos 200m dejando a un lado el camino se encuentra la casa. La habitación bonita y las comas cómodas. Está a pie de carretera, por lo que el ruido de los coches hace un poco difícil el descanso. Había muchísimas moscas en la habitación y nada para remediarlo, entendemos que está en el campo y que puede haberlas, pero con dejar un spray o algo en la habitación, asunto arreglado. Pésima atención del chico, tanto por teléfono hacer la reserva como en persona a la mañana siguiente. Fue lo peor de elegir este alojamiento. No escucha al cliente, no deja hablar y no acepta opiniones, explicaciones o comentarios. Habla por encima la otra persona además con un tono elevado.Actitud de enfado y sobrepasado de que le dejen habitaciones colgadas. Pagamos justos por pecadores. Nos hizo sentir incómodos con su trato. No volveremos.