La ubicación del hotel es perfecta, se encuentra a pocos metros de una de las entradas a la ciudad ancestral de Furong, para la que hay que pagar una entrada. El dueño ofrece recogida gratuita a la estación de trenes de Furongzhen y un precio para la entrada a la ciudad inferior a lo que sería comprarla allí mismo. Es muy resolutivo y nos ofreció paquetes para reservar entradas a nuestra siguiente parada, que era Zhangjiajie. Lo malo es que aunque le preguntamos varias veces, quiero pensar que por la barrera idiomática, a la hora de adquirir con él las entradas a Tianmen y Parque Nacional Forestal no nos explicó en ningún momento cómo era el funcionamiento de las entradas y qué incluían, y tuvimos problemas para acceder a dichos sitios una vez allí. Nos dijo que con nuestros pasaportes bastaba ya que, según él, la información de las entradas estaban vinculadas al documento, pero nos pidieron un código QR que no nos facilitó. Al parecer, las entradas que compramos estaban todas en un mismo pasaporte, pero no nos dejaban entrar así. Al final, pudimos solventarlo gracias a que enseñamos los pagos al personal de los sitios que visitamos porque aún hablando por WeChat con el dueño del hotel, parecía que no nos terminábamos de entender. De resto, todo muy bien, la habitación muy bonita, con un balcón precioso con vistas a uno de los shows y cascadas, camas cómodas... eso sí, ojito con los mosquitos.
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