Cortijo Zalamea

Overall we had a very enjoyable stay, as a group of 10 friends on a hiking/cycling 3 night break. Accommodation (the large 6 bedroom cortijo) was perfect, well decorated, comfortable , spacious and everything you needed to cook all your meals (I would bring a sharp knife though!) Pool area is perfect with sunbeds, chairs and space to eat al fresco in the shade. Sadly, there were a couple of issues which let the place down for us. On arrival with 3 cars full of shopping , we parked under the shaded parking spaces to be told in a rather hostile manner not to park there, we need to park by the large cortijo where we were staying. We had to go into reception and fill in the tourist forms with our details (which is law here in Spain) but on request that could the drivers at least have the key so they could unload the shopping before it got too hot in the cars- nope- not possible. Secondly- where it advertises there is free wifi - this only for the individual apartments near the main house, so, with poor phone reception at our Cortijo and no wifi- those of us that had important work commitments had to walk down to the pool. Thirdly- it also advertises there is a laundry facility- this is only for guests staying 7 days or longer. Fourthly- there is not enough hot water to cater for 10 hot sweaty hikers or cyclists to shower after a long day of walking- we were told you must stagger your showers to some at the start of the day, some in the middle and some at the end- not very practical at all. If these issues were recorded truthfully on the property description then this would have been fair and we may have chosen alternative accommodation or factored this into our plans.

Horrible, no volveremos. El día que llegamos por poco nos vamos sin llegar a hacer el checkin. Ya sabían que íbamos con niños, lo habíamos hablado con Rafael, uno de los trabajadores, que por cierto majísimo, pero cuando llegamos allí Marta, la dueña nos empieza a poner pegas, que si son muchos niños, que cómo vamos a dormir, que el día que nos fuéramos iría a revisar la casa, como dando por hecho que se lo íbamos a estropear. Perdí la cuenta de las veces que fue a preguntar cuando nos íbamos, desde el primer día, de repente te la encontrabas dentro de la casa, no había manera de estar tranquilos. Luego toda su cosa era que la pagara en efectivo para no hacer la factura. El último día habíamos quedado que nos íbamos después de comer, y se presenta allí a las 10 a decirnos que la ha entrado una reserva y que nos tenemos que ir. Terminamos de hacer las maletas y cargamos el coche y hablo con ella para que mientras que yo iba al pueblo a hacer unos recados que nos quedaban se quedaba mi cuñado con los niños en la piscina y me dice que sin problema. Según salgo por la puerta los quería echar de allí, cuando aún estábamos en horario, porque la habíamos desalojado la casa dos horas antes. El aire acondicionado de una de las habitaciones se estropeó el segundo día y ella pasó del tema, imposible dormir por la noche con ese calor. No volveré nunca más.